Las células somáticas del cuerpo humano son capaces de realizar una gran cantidad de divisiones mitóticas. Es gracias a esta característica de nuestro cuerpo que puede existir de forma independiente durante mucho tiempo en el entorno externo, restaurar tejidos dañados o células muertas.
Desafortunadamente, el número de estas divisiones es estrictamente limitado e individual para cada persona. En este sentido, al llegar a la vejez comienzan a aparecer diversas enfermedades. La artrosis se considera una de las más comunes, ya que es el síndrome de dolor que acompaña a esta patología el que reduce significativamente la calidad de vida del paciente.
La omartrosis, o artrosis de la articulación del hombro, se convierte en un problema grave que interfiere en el normal desempeño del trabajo y las tareas diarias. Es esta enfermedad la que se discutirá a continuación; Analizaremos las causas de la enfermedad artrosis de la articulación del hombro, los síntomas y el tratamiento de esta desagradable patología.
¿Qué es?
La artrosis del hombro se acompaña de una interrupción del suministro normal de sangre a esta importante articulación ósea, como resultado de lo cual el grosor del tejido cartilaginoso disminuye y la cabeza del hueso queda expuesta. Debido al aumento de la fricción, una persona nota la aparición de dolor que, según el grado, sólo puede manifestarse durante la actividad física o incluso en reposo.
Debido a la lesión de las estructuras anatómicas circundantes, se observa un proceso inflamatorio que agrava la disminución de la amplitud de los movimientos activos y pasivos en el miembro superior. La falta de un tratamiento adecuado a menudo conduce a una complicación del proceso por deformación de la articulación, lo que se denomina osteoartritis deformante.
Anatomía de la articulación del hombro.
La articulación del hombro es una articulación esférica; es esta estructura la que permite a una persona realizar una variedad de movimientos con el miembro superior. En esta región anatómica convergen tres grandes huesos, entre ellos la escápula, la clavícula y el propio húmero. La cápsula articular es bastante profunda y está reforzada por todo un complejo de ligamentos.
Debido a algunas características anatómicas de la estructura de la articulación del hombro, son frecuentes los casos de luxaciones y subluxaciones espontáneas en esta zona durante el trabajo diario en casa. La facilidad y variedad de movimientos se debe no solo a la forma esférica de las superficies articulares, sino también a la presencia de una gran cantidad de líquido sinovial especial, que reduce la fricción entre las superficies.
Causas de artrosis de la articulación del hombro.
La enfermedad presentada en el artículo se desarrolla como resultado de la influencia de todo un complejo de factores provocadores. Los estudios clínicos realizados en varios institutos de investigación líderes han permitido establecer de manera confiable el mecanismo fisiopatológico de la aparición de cambios en el tejido óseo y cartilaginoso durante la artrosis. Sin embargo, nunca se han identificado “desencadenantes” confiables.

En la mayoría de los casos, esta enfermedad degenerativa se desarrolla de forma secundaria, es decir, tras algún efecto patógeno en la articulación del hombro.
Un análisis retrospectivo de las historias clínicas de pacientes con esta patología en la articulación del hombro permitió identificar influencias que podrían aumentar significativamente la probabilidad de aparición de la enfermedad.
Estos incluyen:
- actividad física excesiva que conduce al adelgazamiento físico de las superficies articulares;
- caídas frecuentes en el brazo y otras lesiones en el cinturón del miembro superior;
- riesgos laborales;
- patologías congénitas del tejido conectivo;
- alteración del metabolismo mineral, acompañada de la aparición de depósitos de cristaloides en la cabeza del húmero;
- disminución de la producción de líquido sinovial;
- cambios relacionados con la edad en la estructura de la pared vascular, que provocan cambios distróficos en el hueso;
- falta de una terapia farmacológica adecuada en presencia de un proceso inflamatorio agudo o crónico en el espacio articular;
- patologías del sistema nervioso que inducen un trofismo insuficiente del sistema musculoesquelético;
- la presencia de exceso de peso, hinchazón constante de las extremidades superiores;
- enfermedades del sistema endocrino.
Artrosis primaria del hombro.
La clasificación médica moderna de la artrosis de la articulación del hombro, según las causas de su desarrollo, distingue dos formas: primaria y secundaria. En el caso de la enfermedad primaria, el diagnóstico se establece solo después de que se han llevado a cabo una gama completa de medidas de diagnóstico para excluir por completo la presencia de las causas descritas anteriormente para la aparición de la enfermedad. Se cree que el punto de partida de la patogénesis es el deterioro del flujo sanguíneo sistémico en el contexto de una disminución de la contractilidad del miocardio o de la permeabilidad de la pared vascular.

Con el tiempo, una persona comienza a notar la aparición de sensaciones desagradables durante los movimientos del hombro. Al principio, el malestar está presente durante el ejercicio y luego deja de desaparecer incluso durante el reposo. Otro motivo que contribuye a la rápida progresión de la enfermedad es la aparición de los llamados osteofitos. Estos espolones óseos se forman como resultado de un aumento compensatorio en la actividad de los condroclastos que intentan reponer la pérdida de células cartilaginosas maduras. Tienen la apariencia de una espiga que, cuando se mueve, contribuye a dañar la cápsula y a la aparición de un proceso inflamatorio aséptico.
En el contexto de los cambios descritos, aparecen hilos de fibrina en el líquido sinovial, que impregnan el aparato ligamentoso durante el reposo prolongado. Debido a una disminución de la elasticidad de las fibras musculares blancas, aparece una sensación característica de “rigidez”, que suele desaparecer a los 20-30 minutos del desarrollo de la extremidad. La artrosis del hombro tiene síntomas pronunciados, su intensidad y tratamiento son directamente proporcionales al grado del proceso en desarrollo.
Artrosis secundaria de la articulación del hombro.
La forma secundaria de esta enfermedad es consecuencia de la presencia de una patología subyacente, complicada por alteraciones en el funcionamiento del sistema musculoesquelético. Entre las causas, las lesiones traumáticas de naturaleza aguda o crónica ocupan el primer lugar en frecuencia. Este problema es especialmente relevante en la estación fría, cuando una persona suele caerse y adelanta la mano para suavizar la caída.

Las enzimopatías son enfermedades congénitas acompañadas de una disminución en la producción de enzimas específicas que forman el aparato ligamentoso y también pueden provocar el desarrollo de artrosis secundaria de la articulación del hombro. Son estos pacientes los que a menudo experimentan luxaciones y subluxaciones al realizar las actividades cotidianas. La holgura en esta articulación ósea contribuye a un mayor traumatismo en las superficies de contacto, contra las cuales surge la enfermedad.
Síntomas y signos
La artrosis del hombro tiene síntomas y tratamiento complejos; Debido a algunas características de los signos característicos, su detección a menudo ocurre en las últimas etapas del desarrollo del proceso patológico. Los expertos distinguen tres grados de destrucción del tejido cartilaginoso en la cintura del miembro superior. De acuerdo con ellos, el complejo de síntomas encontrado en el paciente también será diferente.
En la enfermedad en etapa 1, una persona rara vez nota dolor en el hombro; la mayoría de las veces hay molestias en la extremidad al realizar ejercicio físico intenso o inmediatamente después. En tales situaciones, el paciente necesita varios días para recuperarse y eliminar por completo las molestias en la articulación. Precisamente por la razón por la que una persona tiende a atribuir el dolor a la manifestación de un simple, como le parece, un esguince del aparato ligamentoso, la enfermedad continúa desarrollándose, recordándose cada vez más a menudo.

La artrosis de la articulación del hombro de segundo grado se acompaña de un cuadro clínico más vívido. Esto se debe al hecho de que, además de la erosión y la alteración de la nutrición normal de las superficies articulares, se produce una inflamación secundaria que se extiende a los ligamentos y las fibras musculares circundantes. La enfermedad conduce al hecho de que el dolor está presente incluso con un esfuerzo físico menor. Debido al dolor intenso, el paciente se vuelve incapaz de realizar movimientos circulares, lo que indica que ha comenzado el proceso de deformación de la osteoartritis y la amplitud de los movimientos activos de la mano en el espacio es limitada.
El desarrollo del grado 3 conduce a una pérdida casi completa de la movilidad en la articulación del hombro. El paciente nota una importante atrofia muscular y pérdida de la capacidad de cuidar de sí mismo. Otro síntoma característico es la aparición de protuberancias óseas sobre la superficie de la piel. La probabilidad de que la enfermedad llegue tan lejos existe principalmente en personas que no tienen la oportunidad de minimizar la carga en sus extremidades superiores debido a la actividad profesional o al practicar deportes profesionales.
Diagnóstico de artrosis de la articulación del hombro.
Establecer un diagnóstico de artrosis de la articulación del hombro es un procedimiento que requiere ciertas habilidades por parte de un especialista. Tras la aparición de dolor en el miembro superior, es recomendable consultar a un traumatólogo ortopédico. Son los médicos de este perfil los que poseen toda la gama de conocimientos necesarios.
Durante el examen, lo primero a lo que se debe prestar atención son las quejas y el historial médico del paciente. El médico descubre por qué apareció el dolor, cuál es su naturaleza y también cuándo desaparece. A continuación, es necesario identificar los riesgos laborales y la presencia de factores de riesgo.

El principal método de diagnóstico para detectar la osteoartritis deformante de la articulación del hombro es la radiografía simple.
La siguiente etapa es un examen físico, cuando un especialista utiliza la palpación para identificar áreas dolorosas y determinar la gama completa de movimientos activos y pasivos de la extremidad. Además, se valora la presencia de edema local y aumento de la temperatura cutánea en la zona de proyección de la articulación ósea. A partir de los datos obtenidos, el médico puede hacer un diagnóstico preliminar, pero es necesario un diagnóstico diferencial para prescribir la terapia más adecuada.
Para establecer el diagnóstico más correcto, la extensión del proceso y la posible identificación de la causa, se realizan al paciente varios métodos de diagnóstico instrumentales y de laboratorio adicionales.
Los más informativos incluyen:
- análisis de sangre clínico;
- determinación de parámetros bioquímicos del suero sanguíneo;
- análisis clínico de orina;
- Radiografía de la articulación afectada;
- diagnóstico por ultrasonido;
- examen artroscópico;
- resonancia magnética y tomografía computarizada;
- gammagrafía;
- Punción articular seguida de análisis bioquímico del líquido sinovial.
Los signos que indican directamente el desarrollo de artrosis incluyen la aparición de un estrechamiento significativo del espacio articular, esclerosis de las estructuras subcartilaginosas, adelgazamiento de la propia capa de condrocitos, aparición de osteofitos y depósito de cristales de sal en el líquido intraarticular.
Cómo tratar la artrosis de la articulación del hombro.
Tras establecer este diagnóstico, el médico se enfrenta a la seria cuestión de elegir las tácticas terapéuticas más adecuadas. La medicina moderna ha alcanzado un nivel en el que es capaz de ayudar a los pacientes con enfermedades del sistema musculoesquelético a volver completamente a la vida normal.

El tratamiento de la artrosis de la articulación del hombro es a largo plazo y, por lo tanto, a menudo conduce al desarrollo de complicaciones.
El método elegido para corregir la artrosis de la articulación del hombro depende directamente de los siguientes factores:
- grado de proceso;
- estado general del paciente;
- edad;
- características fisiológicas.
Como regla general, en las primeras etapas es suficiente prescribir medicamentos de acción general y local.
En presencia de artrosis de segundo grado de la articulación del hombro, los síntomas que acompañan a la enfermedad son casi imposibles de detener por completo. A una persona se le muestra una reducción significativa de la actividad física para prevenir un mayor desarrollo del proceso patológico; Paralelamente, se prescribe una amplia gama de medicamentos.
El tercer grado prácticamente no se presta a la influencia conservadora; En presencia de una enfermedad tan avanzada, está indicado el tratamiento quirúrgico, cuyo volumen depende de muchos factores y lo elige directamente el médico tratante. A continuación, hablaremos con más detalle sobre cada uno de los métodos existentes para deshacerse de la artrosis.
Medicamentos
Los siguientes grupos de medicamentos se utilizan como terapia conservadora en presencia de esta enfermedad:
- glucocorticoides;
- medicamentos no esteroides con efectos antiinflamatorios;
- analgésicos;
- Fármacos con efectos condroprotectores.
Las sustancias medicinales que pertenecen a este grupo tienen un efecto antiinflamatorio mucho más pronunciado que los fármacos no esteroides.
Los glucocorticoides son reconocidos como los agentes más eficaces contra los fenómenos inflamatorios. Estos análogos naturales y sintéticos de las hormonas suprarrenales pueden influir significativamente en la producción de neurotransmisores inflamatorios. Esto reduce la hinchazón local, el dolor y la temperatura en el área afectada del sistema musculoesquelético.
Las desventajas de este tratamiento incluyen una gran cantidad de efectos secundarios de los glucocorticoides. Los medicamentos presentados pueden causar el síndrome de Cushing, provocar alteraciones del metabolismo general y retención de agua en el espacio intercelular. En este sentido, se recomienda iniciar el tratamiento con la prescripción de AINE.
Los fármacos no esteroides con efectos antiinflamatorios tienen un efecto directo sobre las moléculas de ciclooxigenasa, que inducen inflamación en los tejidos lesionados.
Se da preferencia a medicamentos selectivos que no tengan efectos nocivos sobre la membrana mucosa del tracto digestivo.
Dependiendo de la gravedad del estado del paciente y de la gravedad del síndrome de dolor, se utilizan analgésicos narcóticos y no narcóticos.
El primer grupo se considera más eficaz, pero el efecto secundario de la adicción al medicamento lleva a la necesidad de limitar estrictamente su uso.
Los fármacos no opioides tienen un efecto analgésico menos pronunciado, pero no provocan adicción, por lo que pueden prescribirse más ampliamente.
Es extremadamente importante no utilizar agentes condroprotectores durante el período agudo de la enfermedad, ya que esto puede provocar un aumento de los procesos inflamatorios. Es necesario detener el ataque y luego prescribir un tratamiento prolongado con medicamentos que restauren la estructura de la articulación.
Tratamiento quirúrgico
En algunos casos, está indicada la corrección quirúrgica de la condición de un paciente con artrosis de hombro. Este método invasivo se utiliza en presencia de un proceso destructivo severo directamente en la articulación. Muy a menudo, los pacientes sometidos a tratamiento quirúrgico no pueden realizar las tareas cotidianas debido a una grave limitación de los movimientos activos y pasivos del hombro.
Una vez establecido el diagnóstico final, se realiza una amplia gama de mediciones, durante las cuales se seleccionan los parámetros óptimos para la futura prótesis. A continuación, se realiza por encargo un trasplante que consta de polímeros de alta resistencia o titanio.

La cirugía para la artrosis de la articulación del hombro se realiza en las etapas terminales (últimas) de la enfermedad.
La intervención quirúrgica es bastante extensa, por lo que el paciente pasa por un largo período de preparación. Se realiza una sustitución completa de la articulación ósea afectada, seguida de un periodo de fisioterapia, que permite restablecer la plena funcionalidad de la cintura del miembro superior.
ejercicio terapéutico
Son los ejercicios físicos los que permiten restaurar la movilidad del hombro en el menor tiempo posible, no solo después del tratamiento quirúrgico, sino también durante el curso del efecto medicinal sobre la enfermedad. Los complejos especialmente desarrollados alivian la rigidez matutina de una persona, estimulan la normalización del suministro de sangre, el drenaje linfático y restablecen la composición normal del líquido sinovial.
Es extremadamente importante que los movimientos de rotación y aducción del miembro superior se realicen sin cargas adicionales, ya que de lo contrario existe una alta probabilidad de traumatismo adicional y destrucción del cartílago. Los especialistas en rehabilitación se dedican al desarrollo de complejos especiales de fisioterapia.
Cada caso clínico requiere un abordaje individual, por lo que si padeces alguna enfermedad o si deseas prevenir su desarrollo, busca ayuda de este médico.
Recomendaciones para el tratamiento en casa.
Cualquier enfermedad debe tratarse en un hospital bajo la supervisión de trabajadores médicos altamente calificados. Sin embargo, en algunos casos, el paciente no tiene la oportunidad de permanecer en la clínica por un período prolongado. En tales situaciones, debe controlar de forma independiente su proceso de recuperación.

Los ejercicios físicos para la artrosis deformante de la articulación del hombro son extremadamente importantes porque ralentizan la progresión de la enfermedad.
Se deben seguir las siguientes recomendaciones:
- seguir estrictamente las instrucciones y prescripciones del médico tratante;
- limitar la actividad física del brazo afectado tanto como sea posible;
- deshacerse del exceso de peso corporal creando un ligero déficit de calorías y caminando al aire libre;
- divida la cantidad diaria de comida en 5-6 comidas;
- beber al menos 2 litros de agua al día;
- cambiar el tipo de actividad laboral a una que requiera una carga mínima en las extremidades superiores.
Remedios populares
Muchas personas mayores saben por experiencia propia qué es la artrosis de la articulación del hombro y cómo tratarla en casa. Además de las recomendaciones descritas anteriormente sobre cambiar el tipo de actividad laboral y deshacerse del exceso de peso corporal, la medicina tradicional cuenta con toda una gama de agentes curativos que ayudan a reducir el dolor y la hinchazón en la extremidad afectada. Para ello se utilizan diversos ungüentos, decocciones, compresas y baños. Son estos métodos de tratamiento en los que nos detendremos con más detalle.
Ungüentos
La medicina alternativa tiene una gran cantidad de recetas originales y efectivas para la preparación de ungüentos antiinflamatorios. El método más sencillo consiste en mezclar una yema de huevo con una cucharadita de trementina y la misma cantidad de vinagre de manzana. Aplicar la pomada en la articulación afectada por la noche reducirá significativamente el dolor y la inflamación.

Otro buen remedio para el tratamiento de la artrosis de la articulación del hombro es una mezcla de cincuenta gramos de helenio y cien mililitros de vodka. Después de mezclar los componentes y dejarlos reposar durante 12 días, debe frotar la pomada resultante en el área de proyección de la articulación ósea inflamada todos los días.
Decocciones y tinturas.
Las decocciones y tinturas desempeñan un papel clave en la medicina popular. Una de las infusiones más fáciles de preparar, y a la vez más eficaz para la artrosis, se considera una mezcla de una cucharada de hojas de agave molidas con 150 mililitros de alcohol etílico al 70%. Después de infundir el medicamento durante dos semanas, el líquido se debe consumir por vía oral, veinte gotas con agua durante treinta días.
Para los partidarios de las decocciones existe un buen remedio. Para prepararlo necesitarás dos cucharadas de hojas de arándano rojo y medio litro de agua hirviendo. Después de mezclar los ingredientes, déjelos reposar en un termo durante la noche. Posteriormente tomar 150 ml del producto tres veces al día inmediatamente antes de las comidas. El curso del tratamiento es de 30 días.
Compresas y frotamientos.
Para reducir el dolor y la inflamación en la zona de la articulación del hombro afectada por la artrosis, se utilizan diversas compresas. Se considera que uno de los más eficaces es una mezcla de un litro de vodka y cien gramos de cinquefoil. El medicamento debe infundirse durante dos semanas, después de lo cual debe usarse todas las noches antes de acostarse.
Otro remedio sencillo y eficaz es una compresa que consiste en rábano picante finamente rallado, mezclado con una pequeña cantidad de agua hasta obtener un puré. Coloque un puñado de medicamento en una gasa y aplíquelo en la articulación inflamada durante 20 a 30 minutos.

Baños
Los baños se utilizan ampliamente para tratar diversas enfermedades del sistema musculoesquelético. Gracias al efecto complejo se consigue un buen efecto antiinflamatorio y antiedematoso.
Preparar un baño es bastante sencillo; Para ello sigue estas recomendaciones:
- llenar la bañera con agua caliente;
- agréguele aproximadamente un kilogramo de sal marina o de cocina común;
- echa algunas ramas de pino;
- vierta unas cucharaditas de miel confitada;
- al final, agregue una cucharadita de aceite de trementina.
El curso de tratamiento consta de doce baños. La duración de un procedimiento debe ser de aproximadamente veinte minutos. Ya desde el primer uso del baño terapéutico, el paciente nota una mejora significativa del estado general y una disminución de las molestias en las articulaciones.
Prevención
La medicina moderna aún no dispone de medidas específicas para prevenir la artrosis. Esto se debe a la naturaleza polietiológica de la patología. Sin embargo, existen medidas no específicas que pueden reducir significativamente el riesgo de desarrollar la enfermedad. Hay prevención primaria y secundaria.
El primero incluye:
- paseos diarios al aire libre;
- el uso de una ducha de contraste, que permite lograr un mayor tono vascular;
- tratamiento suave de las articulaciones, evitación de actividad física excesiva;
- Ejercicio moderado 2-3 veces por semana.
El segundo grupo incluye lo siguiente:
- tratamiento completo e integral de procesos artríticos;
- ingesta regular de suplementos de calcio;
- prescripción de fármacos condroprotectores;
- fisioterapia.




















