La artrosis ocurre con bastante frecuencia y ocupa el tercer lugar en el ranking de enfermedades más comunes, después del cáncer y las patologías cardiovasculares. La enfermedad afecta por igual a personas de ambos sexos. Aproximadamente el 20% de toda la población adulta padece esta patología. La probabilidad de desarrollar artrosis aumenta con la edad.
La artrosis se considera una patología articular crónica, en la que gradualmente se producen procesos destructivos en el cartílago y la cápsula articular. Si se descuida el tratamiento de la artrosis, es posible la deformación y destrucción del propio hueso.
Cuando se alteran los procesos metabólicos en la articulación, el cartílago pierde su elasticidad y eventualmente se desarrolla artrosis. Hay varias razones que contribuyen a la destrucción del cartílago: carga excesiva, lesiones, factores hereditarios, cambios hormonales, vejez, trastornos metabólicos, circulación sanguínea insuficiente en la articulación y algunas enfermedades.
Existen dos tipos de artrosis articular: primaria o secundaria. Con la artrosis primaria, sin identificar otras anomalías en el cuerpo, se interrumpen los procesos de restauración en el tejido del cartílago. La artrosis secundaria siempre ocurre en una articulación dañada o como consecuencia de otras patologías del cuerpo.
La destrucción progresiva del tejido cartilaginoso provoca dolor y movilidad limitada de la articulación enferma. En ausencia de un tratamiento adecuado, con el tiempo, la artrosis de las articulaciones puede provocar una inmovilidad total de la articulación.
Causas de la artrosis
Cuando se alteran los procesos metabólicos en una articulación o la producción de lubricante es insuficiente, se produce un deslizamiento deficiente en la articulación afectada. Con un deslizamiento deteriorado y cargas elevadas y excesivas, se produce un proceso destructivo irreversible en la articulación.
La artrosis de las articulaciones se ve facilitada por trastornos hereditarios, daños mecánicos en forma de fracturas óseas o diversas lesiones articulares, etc. La obesidad también puede provocar el desarrollo de artrosis debido a la sobrecarga de las articulaciones y, en consecuencia, a sus lesiones.
Las articulaciones también se ven afectadas negativamente por una postura incorrecta o una intervención quirúrgica, que puede dañar la estructura de la articulación.
Cantidades insuficientes de calcio y microelementos, deficiencia de vitaminas y trastornos metabólicos contribuyen a cambios irreversibles en el tejido óseo, los cartílagos y los lubricantes. Todos estos cambios conducen gradualmente a una interrupción del proceso regenerativo en la articulación y a su posterior destrucción.
Las enfermedades autoinmunes, la deficiencia de estrógenos y los trastornos hormonales que ocurren en el cuerpo de una mujer durante la menopausia contribuyen a cambios en el tejido articular y su destrucción.
Las causas de la artrosis también son:
- interrupción del suministro de sangre a los tejidos;
- disminución de la síntesis de colágeno (con función hepática insuficiente);
- diversos procesos inflamatorios;
- deficiencia nutricional en los tejidos;
- hipotermia;
- deterioro de los procesos metabólicos en el cuerpo.
Síntomas de artrosis articular.

Dependiendo de la ubicación de la lesión, la etapa de la enfermedad, los cambios y la extensión del proceso, los síntomas de la enfermedad pueden diferir:
- dolor en las articulaciones;
- rigidez matutina (o después del descanso);
- disminución del rendimiento;
- cojera;
- sonido crujiente al caminar;
- movimiento limitado;
- inmovilidad articular;
- deformación de la articulación enferma;
- inflamación de la articulación afectada;
- mayor sensibilidad a los cambios atmosféricos;
- Atrofia de los músculos periarticulares.
Tratamiento de la artrosis
El tratamiento de la artrosis consta de varias etapas:
- reducción del dolor,
- reducción de la inflamación,
- Fortalecimiento de los procesos regenerativos en los tejidos del cartílago.
Cualquier carga sobre la articulación afectada, caminar o estar de pie durante mucho tiempo o levantar objetos pesados están contraindicados.
El tratamiento de la artrosis es un conjunto de medidas que ayudan a mejorar la producción de colágeno, restaurar los procesos metabólicos, eliminar la inflamación, activar la circulación sanguínea y la nutrición en los tejidos.
Durante el tratamiento de la artrosis se utilizan medicamentos, procedimientos fisioterapéuticos y una dieta equilibrada. Para restaurar el cartílago dañado y mejorar la composición de la lubricación intraarticular, se recomienda el uso de condroprotectores.
El tratamiento se prescribe individualmente, según el diagnóstico, después de realizar algunos estudios para evaluar el estado de los tejidos y estructuras periarticulares, así como para determinar el grado de destrucción del tejido cartilaginoso.
Para mejorar la circulación sanguínea en los tejidos de las articulaciones y su estado, se recomienda la acupresión y la acupuntura.
También puedes realizar moxibustión (cauterización) para aliviar el dolor. Este procedimiento consiste en calentar puntos biológicamente activos del cuerpo mediante moxas (puros de ajenjo o carbón). La moxoterapia asegura el flujo sanguíneo y un buen calentamiento de los tejidos, mejora los procesos metabólicos.
Una nutrición adecuada y equilibrada y la fisioterapia son de gran importancia para mejorar la afección.
Complicaciones de la artrosis.

Sin tratamiento para la artrosis, la enfermedad se desarrolla y con el tiempo conduce a un proceso irreversible, a inflamación y deformación del tejido óseo o cartilaginoso. La deformación de la articulación enferma contribuye a una disminución de la función motora e incluso a una inmovilización completa (ankelosis).
Complicaciones de la artrosis articular:
- rigidez de movimientos;
- deformación o destrucción de las articulaciones.
Como resultado de las complicaciones de la artrosis, aumenta el riesgo de discapacidad y deterioro de la calidad de vida del paciente.
Nutrición dietética para la artrosis.
Dado que el exceso de peso contribuye al desarrollo de artrosis articular, es necesario reducirlo. Por tanto, es recomendable excluir de la dieta los productos harinosos y los dulces; Tampoco debes beber alcohol ni pescado graso.
Para restaurar la fuerza de los huesos y cartílagos, la movilidad de las articulaciones y la elasticidad de los tejidos, se recomienda consumir carne en gelatina, un depósito de microelementos y colágeno.
Para mejorar el metabolismo, es recomendable incluir en el menú alimentos ricos en vitamina B y ácido fólico. Para la artrosis, los hongos, los huevos, los productos lácteos y el hígado son muy útiles.
Los principios de nutrición para la artrosis deben ser:
- comidas fraccionadas;
- exclusión de alimentos pesados (especialmente por la noche);
- paseos diarios al aire libre;
- Control de peso constante.




















